Hoy domingo, de nuevo, hemos estado de excursión... Ya lo he escrito alguna vez por aquí por el blog, entre semana estamos muy liados y estresados, y los fines de semana, nos gusta aprovecharlos mucho: ayer estuvimos de excursión y hoy, también.
Y no había dicho antes donde vivimos; vivimos en Granada.
Pues esta mañana, que los niños también han madrugado bastante, desayunando y pensando que podíamos hacer, se me ha ocurrido de repente, ¡Ir a la Alhambra de excursión!
La Alhambra es indescriptible, si la conocéis, no hace falta que cuente nada, y si no, no dudéis en ir en cuanto podáis...
Y genial para ir con niños. Había mucha gente, sin agobios, pero todo muy animado, muchísimos padres con sus hijos, sillitas, carritos, niños mayores,... El camino para llegar a la Alhambra es un bosque, cuesta arriba, con fuentes y pequeñas cascadas, y una vez que entras en el recinto, hay tanto por ver... Mi hijo mayor, cada construcción que veía, decía, una torre, otra torre, más torres,...
No hemos comprado entradas, simplemente nos hemos quedado en las zonas que están abiertas siempre para todos, plazas, jardines, el palacio de Carlos V,.. A los niños les ha encantado y lo hemos pasado muy bien. Al pequeño le hemos calentado su potito, al mayor le hemos comprado un sanwich, y los adultos, unos bocadillos de tortilla de patatas, y hemos comido sentados en un banco al lado de la entrada de la Torre de la Vela
La moraleja de esta mini historia es que los niños, aunque sean muy pequeños, disfrutan de un lugar así, y todos tenemos cerca algún lugar especial.
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